Tomado de casanz.wordpress.com |
Uno de los tantos debates que se han abierto en la ciudad y que por muchos años ha estado vigente, ha sido el de las zonas de tolerancia. En éstas -y para nadie es un secreto- se permite el libre ejercicio de la prostitución, cosa que hace que los sectores donde se permitan éste tipo de actividades tengan grandes conflictos de orden público y de inseguridad.
Como tal conocemos como zonas de tolerancia los barrios: Santa fe, la Alameda, chapinero, la zona rosa, el Chicó, la mal llamada "cuadra picha", entre otros; los cuales, han obtenido su derecho al libre ejercicio del trabajo sexual por medio de la Alcaldía bogotana.
No queremos decir con lo anterior, que no existan más zonas de tolerancia distribuidas en cada uno de los rincones del país; es muy común que en las entradas de los pueblos, los burdeles hagan de las suyas, y en las grandes ciudades existan varios focos de prostitución que le aportan 'variedad' a los gustos de sus habitantes.
Ahora bien, es muy triste que mientras las 'putas' tengan derecho a una zona de tolerancia, muchos de sus hijos no tengan una. Surgiendo del inodoro propone que el sector conocido como Paloquemao sea declarado Zona de tolerancia, ya que está tomando una fuerza inimaginable: Magistrados comprando votos para ascender a un cargo más alto, fiscales maquillando procesos para satisfacer a sus clientes en un servició erótico, cuál espectáculo de strippers de la justicia, y para colmo de males, abogados que se venden al mejor postor, de una manera similar a las rameras necesitadas por unos cuantos pesos.
No demora una gran cantidad de mojigatos en protestar y refutar nuestro postulado anterior; sin embargo, hay razones de peso para demostrar que el nivel de prostitución en la justicia ha superado niveles épicos: Condenas irrisorias para los grandes delincuentes, penas absurdamente duras para personas sindicadas y vinculadas a procesos falsos, y al mismo tiempo condenadas como chivos expiatorios con el fin de aparentar un sentido de rectitud (Es como si una prostituta donara parte de su dinero y sus ganancias en programas contra la infidelidad); gobernantes y ex mandatarios exonerados de crímenes catalogados como de lesa humanidad (por ejemplo, el caso del palacio de Justicia y los falsos positivos), y por qué no decirlo, autoridades que permiten que sus investigados salgan del país en un falso acto de buena fe, que obedece muchas veces a pagos de grandes sumas de dinero en los bien llamados sobornos (no sabemos realmente la forma como salieron del país Luis Carlos Restrepo y María del Pilar Hurtado).*
Queda la pregunta entonces, ¿podremos definir correctamente la justicia colombiana?, en todo caso, hay que comprender que el sentido de justicia en nuestro país solo obedece a estándares epistemológicos, mientras que en la praxis, solo es un espectáculo pornográfico digno de cualquier director de película erótica barata.
*El autor de éste post no vincula directamente a los personajes relacionados en éste tipo de delito, pero considera que aún hay muchos vacíos en esa investigación, los cuales pueden generar éste tipo de especulaciones.