"¡Cuántos gobernantes han meditado sus actos en un cuarto de baño como si fuera su despacho, al extremo de no distinguirse dónde han resuelto más asuntos y dónde hacen más… decisiones incorrectas!" Les Luthiers

jueves, 10 de marzo de 2011

¡Motel por cárcel!

Algo que siempre se ha apoyado en Surgiendo del inodoro es el amor patrio, el amor por las buenas costumbres, y sobre todo, la pasión que tiene nuestro país del sagrado corazón con grandes equidades sociales.

En esta ocasión, vemos un ejemplo de equidad social al observar como se ha condenado a Guillemo León Valencia Cossio, el ex-director de fiscalías de Medellín a 15 años de prisión por concierto para delinquir, supresión de documento público y eriquecimiento ilícito. Recordemos que él, en medio de sus declaraciones ante la justicia, negó todo acercamiento con paramilitares y negó sus vínculos con alias 'el indio', recalcando que el día que según éste ultimo, estaban en una reunión, el se encontraba disfrutando el tiempo con una amiga en un motel de esa misma población.

Ésta condena puede ser un modelo a seguir de la aplicación de la justicia a los funcionarios corruptos del Estado, pero conociendo vagamente las normas jurídicas usadas por los mismos, comprendemos claramente que nuestro afamado y promiscuo acusado, pedirá uno de los tantos beneficios que disfrutan en éste simpático país: la casa por cárcel, ésto como un incentivo por su labor en el servicio público (a diferencia de algún pelele que termine con 5 años de prisión por robarse unas uvas en un supermercado de cadena). Teniendo en cuenta éste tipo de beneficios que tienen los políticos, nos atrevemos a decir que Valencia solicitará la nueva y sofisticada modalidad carcelaria: El Motel por cárcel, con el fin de cancelar su cuota con la justicia de una manera tranquila y apacible, como cualquier otro preso más en el país.

Pero, ¿en qué se caracteriza ésta nueva modalidad? Simplemente en el cambio de lugar de reclusión, con el fin de evitar las fiestas dentro de algún centro penitenciario (cosa que desprestigia al INPEC), y suponemos que podrá hacerlas ahí con más comodidad. También creemos que pedirá algunos beneficios como las visitas frecuentes, para así invitar a uno que otro "Indio" a jugar Súper Don Mario Bross, o poder compartir algunas copas con otros delincuent... perdón, colegas de la política.

Eso si, es de esperarse que no exigirá el derecho a sus visitas conyugales, que le permite ver a su esposa  los fines de semana (como en cualquier otro centro penitenciario), para disfrutarlos con las visitas de sus grandes amigas.

Es bueno resaltar que en el país del sagrado corazón la justicia es ciega, y es por ésta razón, por la cual se condena a grandes y chicos por igual (en teoría) ya que en la praxis, la justicia colombiana no es sorda, ya que de la misma manera que un mendigo en el parque Lourdes, escucha el tintinar de los monederos de los transeúntes, ésta, oye perfectamente el tintinar de las cuentas bancarias de los acusados, cuando se mueven al caminar hacia estrado, y posteriormente, emite sentencias dependiendo la cantidad encontrada en sus arcas personales.

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